La destilación al vacío es una técnica de destilación que lo que hace es producir un vacío en el depósito destilador de modo que se queda a baja presión, (por debajo de la presión atmosférica). Este proceso permite destilar líquidos a temperaturas mucho más bajas de las que se necesitarían a presión atmosférica, con un coste muy inferior.

¿Que beneficios tiene?

1º Al reducir la presión, también se reduce el punto de ebullición de los líquidos. Esto es especialmente útil para destilar compuestos sensibles al calor que podrían descomponerse a altas temperaturas.

2º Eficiencia. Al trabajar a temperaturas de ebullición muy inferiores a la atmosférica se produce un ahorro muy considerable de energía en el funcionamiento del equipo.

¿Cómo funciona la destilación al vacío?

La destilación al vacío funciona básicamente como cualquier destilación con la diferencia que es necesario usar bombas que produzcan el vacío.

Calentamiento: Debido a la baja presión, los componentes de la mezcla hierven a temperaturas más bajas. Se usa o bien un serpentín dentro del deposito o una camisa que rodea al deposito. Se necesita mucha menos potencia para calentar, dado que puede hacerse la ebullición del agua a unos 32 grados.

Condensación: Los vapores producidos se dirigen hacia un condensador, donde se enfrían y vuelven a convertirse en líquido.

Recolección:

En el caso de tratamiento de aguas industriales o sanitarias, los restos sólidos se recogen aparte, y el agua se puede verter o volver a ser usada en el proceso industrial.

En el caso de aceites esenciales. Los líquidos condensados se recogen en recipientes apropiados y las plantas se retiran.